lunes, 18 de abril de 2016

algunos borradores: la percepción del tiempo en el viaje



hace dos semanas devuelta a mis buenos aires, releo mi diario de viajes que dice:


"Me quedan dos o tres días de viaje, según cómo los contemos, y lo que pareció eterno y delirante terminó siendo genial.
Breve, no se. Cuando se viaja el tiempo entre en otra dimensión en la que rápido o lento se leen diferente.

La rutina hace que el tiempo pase más rápido y sin dejar huella. En cambio, la constante novedad de los viajes hace del tiempo algo fugaz y largo a la vez.
Los días en sí son breves, pero cuando se piensan en un presente parece haber pasado incluso más tiempo del que realmente pasó.
Estas tres semanas que ya se están terminando, fueron maravillosas y gran crecimiento.
El mundo, recorrer sus partes, es de las sorpresas más maravillosas que me pasaron en la vida.

Poder viajar sola, aunque acá y allá lo cuestionen, me enseñó a no dilatar los deseos por falta de compañía. Saber que nunca estamos del todo solos ni del todo acompañados (el absoluto nunca es categoría propia de los mortales) y que en todas las latitudes el ser humano puede hacer mierdas, pero también es capaz de los actos más nobles, de reírse y de tomar su cerve fría contemplando un atardecer."

(escrito el 30/03/2016, en el aeropuerto de Hanoi, Vietnam)


Lago Hoan Kiem, Hanoi, Vietnam - marzo 2016

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